miércoles, 18 de diciembre de 2013

caso tipo examen

Caso COTO
Coto es la tercera cadena de supermercados en el país en cuanto a facturación (entre $ 3.100 y 3.200 millones anuales), desplazada del segundo lugar por la fusión de Disco y Jumbo, y, como empresa individual, es el mayor empleador de Argentina, con unos 19.000 trabajadores.
De perfil conservador en cuanto a los créditos que pedía y a la relación de su facturación con su deuda, la empresa quedó, a decir del propio Alfredo Coto, en una trampa tras el descalabro económico de fines de 2001 y la devaluación del peso. Poco antes, Coto había sido el último empresario en tomar un préstamo en dólares que –devaluación mediante- triplicó su valor en pesos. A fines de 2004, después de casi tres años, la empresa logró repactar los plazos de los créditos, sin ninguna quita y sin haber dejado de pagar los intereses en ningún momento.
“Cuando vino el tema del crédito calificamos a nivel internacional como una empresa que sabe trabajar y nos dieron un préstamo en dólares-pesos. No voy a decir que me sorprendí con una devaluación, pero había una ley que a uno lo cubría y un sistema de créditos, necesario para inversiones de US$ 30 millones como la del mercado del Abasto. Los que nos quedamos en el país e invertimos caímos en una trampa: vino la inflación, el dólar pasó a 3 a 1 y el Estado no se hizo cargo de nada. Los que teníamos una deuda de US$ 200 millones pasamos a tener una deuda de $ 600 millones”, recuerda el dueño de la cadena de supermercados.
“Ese castigo y vender lo mismo en pesos fue terrible. Seguimos trabajando, invirtiendo y hablamos con los bancos para decirles que seguiríamos pagando los intereses y pedirles más tiempo, porque en lo que es la facturación de la compañía no corremos peligro. Se negoció el plazo, con diálogos muy cordiales, y logramos un plan de refinanciamiento de 6 a 8 años”, resume Coto la larga negociación y asegura: “Vamos a cumplir con los bancos, honrar totalmente la deuda y les agradecemos haber confiado en nosotros”.
Legado paterno
Además de ser el mayor empleador privado del país, Coto es la tercera cadena de supermercados en facturación y volumen de ventas (superada por Carrefour-Norte y Jumbo-Disco). El empresario cuyo apellido es sinónimo de supermercadismo llegó a ese lugar siguiendo la herencia paterna. “Mi padre tenía carnicerías. Con el conocimiento del oficio me hice abastecedor de carne, después matarife abastecedor, y en los años ’70 fui creando el sistema de comercialización directa, en el que hacíamos todo el ciclo de producción y vendíamos en nuestras propias carnicerías”.
Coto recuerda que en esa época “el supermercado todavía no estaba desarrollado y era la propuesta comercial que venía en todo el mundo. En los ´80 ya teníamos 40 carnicerías y frigoríficos de distribución directa y veíamos que se iba modernizando la comercialización. Nuestro primer supermercado lo pusimos en Mar de Ajó en 1987”. Coto inauguró su primer hipermercado en 1996 en el barrio de Pompeya. “Ahí entramos a pelear con las grandes cadenas del exterior, que venían con un enorme capital de financiamiento”, comenta y enseguida destaca que “lo mejor que le pudo pasar a la Argentina fue la gran competencia” comercial registrada en la década pasada, ya que “el país pasó por todo tipo de sistemas, de precios dirigidos, máximos, populares, congelados, y ninguno dio resultado; lo único que fue exitoso fue que las cadenas compitieran entre sí”.
Por qué no vendió
En el grupo de grandes empresarios argentinos, Coto integra esa rara lista de los que decidieron no vender sus empresas. “Vengo de padres inmigrantes que no volvieron a España más que de visita. Si no teníamos nada y este país nos dio oportunidades y nos convertimos en empresarios, no era (cuestión de) vender todo e irse. Creo que tenemos un gran país en el que hay que apostar”, responde al ser consultado sobre por qué rechazó las ofertas de compra.
Al mismo tiempo, en tono de broma, asegura que cuando llegaban los competidores internacionales “los inteligentes vendieron y me decían ‘Alfredito, ¿qué hacés vos en esta pelea?’. Con excepción de La Anónima, vendieron casi todos. Nosotros nos empecinamos en quedarnos porque veíamos que podíamos... Y pudimos”.“Yo no vendí porque soy empresario, pero si lo veo sólo como negocio, no vender no fue un buen negocio. El negocio fue entrar y salir de Argentina rápidamente. Algunos quedaron enganchados con los bonos en default, pero también han ganado mucha plata los bonistas que apostaron a Argentina con intereses de 14 o 15% anual”, agrega.Sobre la devaluación, opina: “Había una convertibilidad que se había agotado y que habría que haber ajustado. (En la segunda mitad de los ’90) las industrias ya no nos vendían, comprábamos al exterior porque resultaba más barato. Cuando veía que comprábamos afuera porque estaba más barato que acá, decía ‘algo está pasando, algo está mal’. Con haber ajustado 30 o 35% el dólar, la economía se habría arreglado, pero se dejó pasar hasta que colapsó y nos hundió a todos”.
Economía previsible
Coto ve necesario “armar una economía previsible para que invertir en nuestro país no sea un castigo”, y cree que a partir de allí “lo demás va a venir solo”. En cuanto al momento actual, señala: “Las variables económicas dan bien, tenemos a favor la balanza comercial, el déficit fiscal está muy acotado aún pagando la deuda externa. Si esas variables están bien, ¿por qué estamos reacios a invertir? En el caso de las empresas que tienen que devolver dólares precisamente porque tienen que devolver dólares; en el caso de otras empresas, como las que están sustituyendo importaciones, porque están asustados y no saben qué va a pasar dentro de un año”.
“Otro motivo es el rechazo a incorporar más empleados ante la vigencia de la doble indemnización y la ART (Aseguradora de Riesgos del Trabajo) que no se sabe si va a cubrir íntegramente los riesgos”, plantea y opina que “la salida va a venir después de que se arregle el default argentino”.También señala que, ahora que repactó los plazos de su deuda, el problema es en base a qué financiamiento seguir creciendo. “Todo lo que era financiamiento renovable no está más. Ahora se está reconstruyendo una banca nacional, que confía en nosotros pero da créditos a corto plazo. Tenemos más de 26 proyectos sin terminar, entre ellos el frigorífico de exportación, pero no puedo llevar la compañía a tomar un crédito de corto plazo porque si no me lo renuevan quedamos en default”, explica. “Eso es lo que se tiene que resolver en 2005, el tema del plazo de los créditos.”Aunque siempre vendió al exterior, Coto resalta que no es “un exportador neto”, entre otras cosas porque en el pasado “no daban las variables”. “Siempre fuimos exportadores de carne y tenemos como finalidad comprar un frigorífico exportador y ser un referente de la exportación de carne. Por el momento, con la situación macro ya bastante tenemos con los supermercados, pero que no quepa ninguna duda de que lo vamos a hacer. En nuestro rubro es fácil exportar, porque quieren comprar carnes argentinas, sobre todo ahora que los valores nos dan un poco mejor”.En torno a las críticas al peso de las exportaciones primarias en la balanza comercial del país, coincide en que “hay que darle valor a los productos y pelear en donde haya que hacerlo para que no nos pongan tantos aranceles a los productos con valor agregado, porque la materia prima va fácil”.

· Realizar un análisis FODA y su correspondiente conclusión
· Analizar las siguientes características sistémicas:
o Reacción al ambiente
o Corriente de entrada
o Regeneración de partes
o Entropía
Elegir y desarrollar un arquetipo sistémico y su solución

lunes, 2 de diciembre de 2013

firma lunes 2 de diciembre

Estimados: Para firmar libreta hoy estaré de 19 a 20 en el depto de Industrial en Medrano y a las 20:45 en Campus


Marcelo Stefanoni

viernes, 8 de noviembre de 2013

clarla de Guillermina Guillermina Jurozdicki el jueves a las 16:30 en Medrano

Estimados alumnos: 

como parte de la actividad de tutorías este jueves a las 16:30  en Medrano la alumna
Guillermina Jurozdicki(quién ya terminó de cursar todas las materias),  expondrá acerca de su trabajo de Proyecto Final y de sus experiencias en la Facultad. Al término de la exposición mantendremos un intercambio de preguntas. Solicitamos preguntar en el departamento de industtrial acerca del lugar de la reunión
Esperamos verlos,
 

lunes, 28 de octubre de 2013

caso emprendedores para analizar en clase: sushi pop

Alumnos Universitarios Emprendedores



Un Sushi "Barato" para Competir con la Pizza y las Empanadas     

 Emprendedores sub-30 crearon un delivery de sushi con el que pudieron llegar a un público más amplio. Tienen tres sucursales y cerraron 2009 con una facturación de $ 3 millones
XIMENA CASAS Buenos Aires ()

Mateo Marietti y Diego Araujo tenían una idea de negocios arriesgada: transformar al sushi en un plato masivo, con un precio accesible para poder competir con otras comidas como la pizza o las empanadas.
No estaban equivocados. Hace apenas un año y medio estos dos emprendedores sub-30 fundaron Sushi Pop, un delivery de sushi que ya cuenta con tres sucursales y cerró 2009 con una facturación de $ 3 millones. Durante este año, tienen previsto triplicar esa cifra.

“Empezamos a analizar los costos del sushi. La materia prima, como el salmón por ejemplo, es muy cara pero también había un modelo de restaurante de sushi exclusivo, con una estructura de costos fijos muy alta. Por eso, arrancamos sólo con delivery. Pensamos que ser masivos, llegar a una economía de escala, nos iba a permitir ser rentables. Es una apuesta que al principio cuesta mucho pero que funcionó en la práctica”, explica Marietti, de 25 años y egresado de la Universidad Di Tella.

En agosto de 2008, luego de armar un plan de negocios y contratar a una cabeza de cocina con experiencia, lanzaron su propuesta con publicidad muy casera, que consistió en una cadena de mails a amigos, familia, ex compañeros de Universidad y de trabajo. Se armaron con ahorros propios, aportes de familiares y un par de computadoras y muebles prestados. La repercusión fue inmediata y en la primer semana ya tenían más de 20 pedidos por día. “Superamos las expectativas desde el minuto uno”, asegura Araujo, de 27 años y egresado del CEMA. Hoy la cadena responde unos 500 pedidos diarios con un radio de entrega que abarca toda la ciudad de Buenos Aires y zona Norte.

En los inicios, la estrategia de Sushi Pop fue concentrarse en el microcentro porteño y en el horario del mediodía. “En 30 manzanas tenés un millón y medio de personas. Pensamos ‘si la pegamos acá, esa gente a la noche se dispersa por todos lados’”, recuerda Marietti. “El desafío era grande porque la gente al mediodía en su oficina es muy sensible al precio”, agrega Araujo. Los precios de Sushi Pop, según los distintos combos, van de menos de $ 1 a $ 2 por pieza. Mientras que sus competidores arrancan en los $ 3 por pieza.

A los pocos meses del lanzamiento, los amigos y socios comenzaron a ofrecer delivery en horario nocturno y se decidieron a dejar sus trabajos –eran compañeros en una multinacional de comercio marítimo– para dedicarse full time a su nueva empresa. Ahora, el crecimiento exponencial y la cantidad de empleados –ya suman 200– los llevó a la búsqueda de especialistas en áreas como Recursos Humanos o Finanzas para profesionalizar la empresa.

“Nosotros introdujimos en este mercado a mucha gente que antes no comía sushi”, dice Araujo. “Veíamos como competidores a otros sushi, pero también a ensaladas, pizzas o milanesas, y cualquier otra comida a un precio similar. Si le sacás el mito del precio, y de que es para pocos, el sushi es ideal para comer con amigos, familia o solo en tu casa mirando televisión. Creímos en nuestra propuesta; un producto sano, rico y práctico. Eso es lo que trabajamos”, confía Marietti.

Entre los planes de Sushi Pop está expandir su modelo de negocios al interior y a otros países. Pero sin apresurarse: “Tenemos muchas propuestas de franquicias, pero primero queremos consolidarnos”, advierten.




viernes, 25 de octubre de 2013

lunes, 14 de octubre de 2013

Plan estratégico de la FRBA: Misión , Visión y valores

Misión :



“Promover en la Comunidad Tecnológica la calidad en la docencia, la generación y transferencia de conocimientos, el desarrollo tecnológico y la vinculación con el medio, basados en un fuerte compromiso social. Formar profesionales críticos e innovadores, capaces de mejorar su entorno y la calidad de vida de quienes lo integran, desde una perspectiva ética y de responsabilidad social.” 


Visión:

 

Ser una Facultad líder a nivel nacional y de referencia internacional, reconocida tanto por su compromiso académico y la calidad de sus graduados, como por el desarrollo y aplicación de sus investigaciones, la transmisión de conocimientos hacia la sociedad y las contribuciones a la mejora en su entorno.” 

Valores:

En este plan se priorizan los siguientes valores que sustentan la misión y la visión de la institución y que orientan sus lineamientos estratégicos y son marco para las distintas acciones: excelencia, ética, colaboración, inclusión, solidaridad, pertenencia, compromiso e innovación.